Domingo, Junio 29, 2025

Queridos Hermanos y Hermanas en Cristo,

Al escribir estas palabras de despedida para cada uno de ustedes, mi corazón se encuentra lleno de emociones encontradas. Después de dos años de servir a esta maravillosa comunidad, ha llegado el momento de decir adiós y continuar mi camino en otra parroquia a partir del 1 de julio. Pero antes de hacer esta transición, quiero tomar un momento para expresar mi más profunda gratitud, desde lo más profundo de mi corazón.

Estos últimos dos años han sido una gran bendición para mí en mi ministerio sacerdotal. Gracias por haberme recibido con corazones abiertos, por confiarme sus historias y por permitirme servirles. Junto a cada uno de ustedes, tuve la oportunidad de celebrar los Sacramentos, orar, compartir pensamientos, así como los deliciosos alimentos en nuestras reuniones, y crecer en la fe. Me siento verdaderamente bendecido de haber podido caminar con ustedes, acompañarlos en sus alegrías y en sus luchas, y ser testigo de su generosidad y de su profundo amor por Dios y por los demás.

Su apoyo, sus oraciones y su amistad han significado más para mí de lo que las palabras pueden expresar. Ustedes han contribuido a formar al sacerdote que soy hoy, y llevaré siempre conmigo las lecciones y experiencias que he vivido aquí. Aunque me voy de esta comunidad, siempre permanecerán muy presentes en mis oraciones y en mi corazón. Que Dios continúe bendiciendo abundantemente a cada uno de ustedes. Sigamos apoyándonos mutuamente, creciendo en la fe y siendo una luz en todo lo que hagamos para la gloria de Dios.

Con bendiciones y oraciones,

Padre. Hien V. Pham